Enclavada en la localidad de Guadix, en la provincia de Granada (Andalucía), la alcazaba de Guadix de origen árabe domina desde lo alto del cerro la población situada a sus pies. Esta población granadina se levantó sobre un primitivo asentamiento íbero. Tuvo su mayor esplendor durante el siglo X-XI cuando se convirtió en un centro comercial de gran importancia. Tras la conquista de la localidad por los Reyes Católicos en 1489 comenzó el abandono de la fortaleza y ya en siglo XVI era preocupante el estado ruinoso en el que se encontraba.
Del recinto fortificado lo que más llama la atención son sus murallas de torres cuadradas y rectangulares que aparentan ser de gran tamaño pero que, en realidad, son poco profundas. En su parte superior están coronadas por almenas, pero carecen de otros elementos defensivos como matacanes o saeteras.
La torre del homenaje es la parte más destacada de la alcazaba de Guadix. De planta cuadrada, posee una singular composición de dos partes, siendo la superior de dimensiones más reducidas que la inferior. Ambas están coronadas por almenas rectangulares y en la parte superior se conserva una escultura del Sagrado Corazón de Jesús.
El material utilizado para la construcción de la alcazaba de Guadix fue el tapial, muy utilizado en las edificaciones defensivas musulmanas y que le otorga su aspecto rojizo característico. Las restauraciones y construcciones posteriores se distinguen claramente del original por el cambio de tonalidad.
En el siglo XVI se produjo la destrucción de esta magnífica obra defensiva, perdiéndose con ella las magnificas estancias interiores que poseía la alcazaba de Guadix. Posteriormente fue restaurada hasta alcanzar el aspecto consolidado de hoy en día, siendo declarada Monumento Artístico Nacional en 1931.