Castillo de Atienza

Castillo de Atienza

El castillo de Atienza se encuentra en la localidad de Atienza, provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha). Atienza es nombrada por los cronistas latinos como uno de los puntos de más ardua resistencia de los celtíberos frente al ataque de los romanos invasores. Se puede decir que solamente cuando cayó Numancia y Termancia, pudieron los césares romanos decir que la vieja Atienza había sido conquistada. Una vez tomada, los romanos construyeron aquí su atalaya de la que siglos más tarde los árabes harían uno de sus más sus más significativos baluartes frente a las acometidas de los reinos cristianos del norte.

Cuentan los cronistas de la época en torno a este castillo musulmán, que Rodrigo Díaz de Vivar no quiso entablar combate contra él al considerarlo como una «peña mui fuert». Entre los años 870-874 el castillo de Atienza fue conquistado por Alfonso III el Magno, pasando de nuevo a poder musulmán poco después.

Castillo de Atienza

La conquista definitiva de Atienza y el castillo de Atienza sucedió en el año 1085, cuando Alfonso VI toma Toledo y a la vez se rinden los enclaves de mayor importancia del reino. Fue en el reinado de Alfonso VIII cuando la villa progresó espectacularmente y el castillo alcanzó su aspecto definitivo. Se dice que este monarca tenía gran predilección por esta villa y su castillo ya que en su infancia fue salvado por sus habitantes de la persecución a que le sometía su tío y regente Fernando II de León para ejercer su tutela. Hoy en día aún se conmemora este hecho con la fiesta de la caballada.

Las fortificaciones de las que consta el castillo de Atienza, son la torre del homenaje y varios recintos murados que parten desde su base. En la esquina sur se levanta la torre del homenaje, ofreciendo una sencilla estructura de sección cuadrada, con puerta en la planta baja, salas interiores y una escalera en el muro que asciende a las zonas superiores y finalmente a la terraza.

Castillo de Atienza

Como elemento defensivo destaca el garitón volado, que sobresale en la esquina más meridional de esta parte del castillo. Aunque las murallas conservan sólo una mínima parte de su altura original y el recinto da la impresión de haber sudo vaciado, el conjunto no ha perdido un ápice de su impacto monumental.

El material que se utilizó de forma dominante para la construcción del castillo de Atienza es la piedra y la técnica empleada el sillarejo unido con argamasa.

Como fortaleza, Atienza se equiparaba en la Edad Media, en poderío e importancia, a plazas de primera categoría tales como Escalona, Montalbán, Alburquerque, Ponferrada y Coca, aunque sus restos del siglo XV se reducen a una garita en un ángulo de la torre del homenaje. Se aprecia que se trata de un añadido a una estructura mucho más antigua, distinguiéndose fácilmente su piedra labrada.

Castillo de Atienza

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