El castillo de Benabarre también conocido como castillo de los Condes de Ribagorza se encuentra en la localidad oscense de Benabarre, en la provincia de Huesca, Aragón. Nos encontramos ante una fortificación musulmana que Ramiro I conquistó a principios del siglo XI. Fue entonces cuando esta plaza vivió los momentos más prósperos del condado de Ribagorza (los condes de Ribagorza, también duques de Villahermosa, fueron una de las ocho Casas Nobles del reino de Aragón) hasta que después de muchas batallas y asedios fue desmantelado por Felipe II en 1596, anexionándolo a la corona. Posteriormente sufriría también los asedios en las guerras con Cataluña, de Independencia y Carlistas.
Completamente arrasado hoy día, el castillo de Benabarre estuvo en tiempos dentro del cerco murado del castillo, actualmente muy modificado al ser remozado para las guerras hace un siglo. La planta del recinto, de más de cien metros de longitud, posee en su interior una iglesia. En nuestros días, el fragor de la batalla ha dado paso a la paz de un cementerio, como el castillo de Guadalest (Alicante).
Aún resulta muy imponente la altura de los muros en este castillo de Benabarre, así como su altivo perfil en la cúspide de un cerro. Entre sus pocos recuerdos históricos, descuella la horrible lucha sostenida en él, de 1577 a 1589, por los ribagorzanos del conde don Martín y su hijo don Fernando de Aragón, en la cual, rebeldes y leales, ya sitiados, ya sitiadores, compitieron en la tenacidad del ataque o de la defensa y en feroz abuso del triunfo, ordenando suplicios y ejecuciones en masa, solo explicables por la política de la corte que perseguía extirpar el señorío feudal de las montañas.