En la localidad de Frías (Burgos, Castilla y León) encontramos uno de los castillos más espectaculares de Castilla, el castillo de Frías, elevándose sobre un peñasco conocido como La Muela cuya silueta es fácilmente distinguible en la lejanía.
El castillo de Frías actualmente es el resultado de la mezcla de construcciones que se fueron modificando entre los siglos XII y XVI, remontándose su origen a las primeras fortalezas del siglo X. Tuvo un gran valor estratégico en los combates contra los musulmanes.
Historia del castillo de Frías
En 1446 el castillo de Frías fue cedido a la familia de los Fernández de Velasco, condes de Haro y duque de Frías, quienes los reformaron y restauraron. Este hecho propició una rebelión de los habitantes de la localidad, que se encerraron en 1450 tras las murallas de la fortaleza. Las tropas de los Velasco dispusieron entonces un asedio de varios meses de duración hasta que el hambre y la sed hicieron fracasar la revuelta. Esta anécdota se representa todos los años durante la celebración de la Fiesta del Capitán el día 24 de junio.
La torre del homenaje se levanta desafiante en el ángulo meridional. Posee defensas propias y planta poligonal, bellas torrecillas en las esquinas y una original terraza con almenas. Quizá esta sea la parte más interesante del castillo, ya que la notable diferencia de la piedra con la que está construida da a entender que esta sección, junto con las garitas, fue añadida en el siglo XV a una estructura mucho más antigua.
El patio de armas presenta planta cuadrada y en su centro se encuentra un pozo con dos aljibes y los restos de una torre con bóveda de cañón y arcos rebajados que comunicaba con el camino de ronda.
La fábrica del castillo de Frías es principalmente de mampostería aunque también se emplea en determinadas zonas la sillería.
El conjunto se aislaba del pueblo mediante un foso excavado en la roca, salvado por un espléndido puente levadizo, y una estrecha pasarela que conduce a una doble puerta rectangular que servía de defensa.
En la misma localidad hay que mencionar el hermoso puente sobre el río Ebro por el que se llega a Frías desde el norte. La construcción cuenta con una puerta fortificada, probablemente también del siglo XV.
El castillo de Frías fue abandonado después de la guerra de la Independencia. En la actualidad pertenece al Ayuntamiento y está destinado para uso turístico.